Leighton Meester es Silvia |
El tren seguía su recorrido a gran velocidad Silvia estaba allí sentada viendo por la ventana, pensaba en todo lo que había dejado atrás su Leo y a Ana y demás amigos, solo tenia un objetivo encontrar la cura. Abrió el único libro que llevaba y trato de leer, no pudo avanzar dos renglones quería solucionar rápidamente todo. Un chico se sentó en la silla de al lado “no tienes porque preocuparte, es normal que valla a esta velocidad” dijo el chico riendo. Silvia lo vio con molestia “lo se” dijo volviendo al libro. “Que lees” pregunto el chico. Silvia cerro el libro y le mostró el nombre de este. El chico leyó el titulo y volvió a ver hacia atrás, Silvia volteo a ver también y vio un grupo de chicos de unos 21 años. “ya entiendo estas acá para demostrarle a tus amigas que pudres ligarme” dijo Silvia volviendo al libro , el chico quedo sorprendido “es justo lo que esta sucediendo, lo que pasa es que no soy nada bueno en esto… soy Kevin mucho gusto” dijo riendo nerviosamente “escucha no estoy interesada, solo quiero volver a mi libro”, Kevin se acomodo en el asiento.
“Como supiste que yo…estaba tratando de ligar contigo” Silvia levanto una ceja al esucharlo “porque yo también lo hacia, cuando yo era…” pensó en los que iba a decir y se tapo la boca. volteo a ver a Kevin que la miraba con atención “cuando eras que” pregunto. Silvia pensó en todas las formas de responder “cuando me gustaban los hombres” el chico de nuevo se acomodo en el asiento. “quieres de mar de hacer eso” dijo Silvia cerrando el libro fuertemente. “hacer que?” pregunto Kevin confundido “eso que haces, puedes solo quedarte quieto”. El chico quedo quieto de nuevo.
No alcanzaron a pasar dos minutos de silencio. “de acuerdo si te doy un numero y actúo ante tus amigos como si me interesaras me dejaría sola?” pregunto de nuevo cerrando el libro. Kevin afirmo. “de acuerdo ponte de pie” dijo Silvia mientras escribía un numero en un trozo de papel, Kevin también se paro, “este es mi numero, me encantaría salir contigo” dijo Silvia abrazando a Kevin. El miro el papel y sonrío. “De acuerdo…es…gracias” dijo el chico con voz temblorosa. “te dejare volver a tu libro.” Silvia forzó un sonrisa. Kevin camino hacia sus amigos con el papel en la mano volteo a ver a la chica y ella hizo la señal de llamare con la mano y después tomo asiento.
Silvia y Diego |
que pasada,me encanta
ResponderEliminarUn excelente inicio para una gran historia.
ResponderEliminarEspero el siguiente texto con gran interés.
Muchas gracias.